Historia?...Histeria...?...Crónica de un manifiesto femenino?...ó...Abrí la puerta, había una fiesta.

Como esas cosas que sin querer queriendo se dejan escapar del cotidiano de nuestras vidas y al crecer se expanden y nos inundan de placer... así nacimos.
La anécdota cuenta que Daniela cumplía años. Era un diciembre caluroso y platense, y al igual que todas nosotras, alguna vez soñó (no-solo con ser la mujer maravilla) si no también, con tener una banda toda de mujeres que se riera con “irrespetuoso amor” del mundo “formal y cortés”.
Para muchos Les minon es una bomba, un estallido exuberante de energía, música, imágenes, personajes, compromiso, hermandad. Una exaltación de la expresión original del ser a través de la música y la fiesta, como motores de una militancia transformadora de las almas, instauradora de espontaneidad y transparencia.
Cada recital de Les minon es una invitación a encontrarse con los otros en el fluir inconsistente del presente concreto, estar feliz aquí y ahora, para proyectar un futuro soñado y transformar al pasado en una evocación y no en un fantasma paralizador.
Seis años pasaron de aquella primer presentación sorpresa en el cumple de Dani y nos pasaron hijos, romances, separaciones, trabajos, depiladoras, lavar los platos, construir casas... “que suerte me regalaron el lavarropas!”... “¡A ensayar!...Aguanta que le doy de comer a Juanita...” “Julianita tiene fiebre?...En que tono el orangután?...” “ medicina natural, un ajo en ayunas equivale a una antibiótico... ¿De qué signo es tu chico nuevo?...” Un caos femenino que se reconstruye en energía manteniendo una constante. Cuando sonábamos pésimo provocábamos lo mismo que ahora y muchos recitales los terminábamos y al mirarnos a los ojos nos decíamos: “...No entiendo nada, ¡qué le pasa a la gente! ¿Vos viste como se ponen?. A eso hoy, llamamos lenguaje... comunicación... música... sabor...
Así fue que Les minon nos dio un lugar para ser “la diva” que todas queremos y el pasar de los años, la obstinación de cada una y la perseverancia, nos enseñaron a respetarnos, entendernos, escucharnos, tener paciencia, crecer como músicas... sortear la vicisitudes del destino.
También pasaron algunas chicas que ya no están y otras que hacen ahora a Les Minon desde otro lugar, como Vivi, que en definitiva “nos sigue pintando la cara” y hoy es nuestra maquilladora. Después llegaron otras chicas “Supermúsicas”, más profesionalismo y cada vez más fans encendidos que a la pregunta de ¿Cómo estamos esta noche? responden ardientes: “¡On FIRE!”
Entonces en un momento nos dimos cuenta de que Les minon es una “joda” pero no es en “joda”. Empezaron a sonar frases tales como: “8 mujeres para ver y escuchar...”; “Las maradona del cumbianchón...”; “donde esta Les Minon...está la fiesta!”...
Les minon nació como un juego y seguirá siendo un juego, porque somos mujeres fuertes que nos la jugamos, mostrando lo que somos y no haciéndonos para mostrarnos. Construyendo todos los días el mundo en el que soñamos vivir. Mujeres que somos madres, divas, maestras, mecanicas, hijas, músicas... todo, desde cambiar los pañales hasta la caña del saxo.